Te queremos, mamá. Artículo de opinión 2019

Te queremos mamá es un artículo que te animo a leer encarecidamente…

08-06-2019

Artículo de Opinión. Diario de Ávila

Durante los años tontos de la adolescencia me podía pasar horas mirando fotografías antiguas que guardabas en aquella caja marrón. Eran imágenes de otros tiempos: papá, con unas patillas enormes, de uniforme, junto a dos compañeros de la mili; tú, en una pasarela, desfilando en un pase de modelos.

Ponías pasión en cuanto tocabas.

Siempre recuerdo la anécdota del día en el que un profesor nos preguntó quién era la mujer más guapa que conocíamos y un compañero dijo: mi madre. ¡Eso lo tenía que haber dicho yo!, pensé.

Has sido hermosa en muchos sentidos y has demostrado tener un corazón que no te cabía en el pecho. Creo que por eso siempre te dio tanta guerra.

A tu manera, mamá, has sido una innovadora.

A mis hermanos y a mí nos inculcaste valores profundos y sólidos, como huir de toda presunción, algo que, en una sociedad en la que el pícaro era el listo y en la que parecía que lo único que importaba era el dinero, llevaba a uno a veces a sentirse el más tonto.

Pero, ¡vaya si acertaste!

Conmigo tuviste una paciencia infinita porque nunca fui el más brillante de la clase, pero tu arrojo, empeño y tesón hicieron posible -junto a ese gran señor que ha demostrado que te quiere por encima de todo, papá– que pudiera crecer como persona.

Amor de madre

Pese a los desvelos. Los sacrificios.

Removeré Roma con Santiago para que seas lo que te propongas, me dijiste cientos de veces.

Lo cumpliste.

Estar aquí escribiendo estas líneas es la prueba de ello. De hecho, en los días duros de esta profesión (que los hay), nada comparable a tu ausencia, siempre me acuerdo de aquellas charlas telefónicas de cabina, en mitad del frío de Salamanca.

De la paz que me aportabas y de cómo atemperabas mis enfados.

En eso nos parecíamos mucho, aunque ya te digo que, por ti, voy a tratar de cavilar menos.

Ese sí es un defecto que me has infundido, como el de perdonar incluso a quienes más faenas nos han hecho.

Entre plancha y plancha

Recuerdo, cómo no, aquellas conversaciones entre plancha y plancha, en alguna que otra madrugada. Me hacías un hueco en la mesa y mientras tú repasabas el cuello de una camisa, yo trataba de entender lo que decían Platón o Hobbes, a la par que me aportabas consejos confidentes que arrojaban luz a cualquier minucia.

Con el tiempo, comprendes las cosas.

Me demostraste siempre, con hechos, que es como mejor entran las cosas, que cada día hay que batallar por lo que uno quiere.

Inténtalo, aunque salga mal, me decías en más de un examen que luego superaba.

En casa hemos tenido que explicarle tu marcha a Pablo. Le hemos dicho que cuando miremos al cielo habrá una estrella nueva, que aún no se ve porque cada vez hay más contaminación, pero que será la que más nos ilumine.

El legado que dejas lo resumía papá (que siempre tiene la palabra adecuada) de camino al cementerio: nosotros nos llevamos bien con todo el mundo.

No lo hemos visto sólo en estos días.

El apoyo de familia y amigos

Nos habéis arropado muchos amigos, familia (mención aparte merece tu hermana Juana, Gracias), y a otros muchos sabemos que os ha dolido en el alma no poder venir desde lejos.

A algunos no os hemos podido contestar al teléfono. Las fuerzas flaquearon en algún momento.

Pero la vida sigue, mamá, y tú echaste suficiente carburante para que transitemos el camino con fuerza. Con tu energía. Tu comprensión y dulzura.

Hasta tus refunfuños -ya digo, esa genética…- nos acompañarán ya siempre.

Y, puedes estar segura, allá donde estés: jamás te irás.

Jamás.

Nunca.

Te queremos, mamá.

Te echaré tanto de menos…

Te echaré tanto de menos
Cerraré fuerte los ojos hasta verte
Sólo tengo que esperar
Te echaré tanto de menos
que aunque busque una palabra
no habrá nada que me cure de verdad

Los Piratas – Te echaré de menos